31 Oct

  • Por Bachilleres Transformadores
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Algunas personas tienen clara su vocación, mientras que otras están totalmente desorientadas. Esto último puede ocurrir cuando los jóvenes se acercan a la finalización de sus estudios secundarios y aún no pueden decidir qué carrera o profesión elegir.

Este dilema también se hace presente en los adultos que desean emprender un nuevo camino laboral, educativo o profesional. Elegir la profesión a la que se dedicarán el resto de sus vidas, supone para los adolescentes algo que trasciende la mera decisión académica.

El examen de ingreso, el paso de la escuela secundaria a la universidad (u otro nivel superior) ponen en juego fantasías y sentimientos ambiguos en el joven, vinculados con independizarse de sus padres, el inicio de su camino profesional y con su aceptación en el mundo de los “mayores”.

Podríamos decir que es como una especie de rito de iniciación, donde ingresar o no ingresar tiene una fuerte connotación para el adolescente, lo que equivale a mucha presión pues no lo viven como un proceso, sino como a un cuello de botella en el que toda su educación se debe definir en un solo momento.

Muchas veces lo que realmente desean se convierte en una verdadera lucha interior que no les permite pensar con claridad pues deben enfrentarse con lo que la sociedad, sus padres, sus amigos y su entorno piensan que “deben ser”.

El adolescente atraviesa por una etapa en la que su amor propio es muy vulnerable y entonces siente un enorme temor a la frustración. Las presiones provenientes de sí mismos y del entorno están generalmente relacionadas con la percepción de ciertos estereotipos de profesionales universitarios.

Su problema es que no encuentran la carrera, profesión u ocupación de sus vidas pues piensan que solo la hallarán en algo grande, importante y prestigioso. Sin embargo a veces, la verdadera vocación puede estar esperándolos en profesiones u ocupaciones que a simple vista parecen poco ambiciosas pero que son igualmente muy valiosas pues a través de ellas lograrán llenar sus vidas y también sus bolsillos si aprenden a desarrollarlas correctamente.

Si vemos que los alumnos dudan ante las carreras tradicionales que están al alcance de sus manos, podemos hacerles saber que la oferta de instituciones de nivel superior terciario en nuestra región es muy rica y variada por cuanto deberían considerar explorar estas nuevas propuestas.

Las carreras universitarias de grado están saturadas no siempre porque sean la gran vocación del joven sino porque desconocen que pueden seguir caminos más cortos a través de una Tecnicatura diferente, apasionante e incluso necesaria, dado a que si se ha creado en la zona es porque existe una demanda de profesionales en esas especialidades.

Finalizada esta primera etapa de tres años (generalmente), podrán articular con una Licenciatura (dos o tres años más) y en definitiva lograrán el título de grado universitario, después de haber transcurrido por un proceso educativo dentro de algo que les guste y que además les otorgue un título intermedio.

Es importante fomentar que los jóvenes se “den permiso” para explorar diferentes caminos y alternativas sin ningún tipo de presión ni prejuicios para que puedan tomar una decisión equilibrada y coherente con lo que realmente desean. Aunque al comienzo parezca confuso, todos nosotros somos capaces de encontrar las respuestas que necesitamos en nuestro propio interior.

Podemos colaborar haciéndoles reflexionar que el mundo necesita de personas que desempeñen una innumerable variedad de actividades y que ninguna vocación en mejor o peor que otra, lo cual brinda un panorama muy amplio y alentador. Debemos aprender a ver más allá de lo que nos dicta la sociedad y prestar más atención a lo que nos dice nuestra voz interior.

Tal vez haya llegado el momento de emprender el maravilloso viaje hacia el propio autoconocimiento, para descubrir las fortalezas, talentos y habilidades a las que no se prestó atención hasta ahora y que en definitiva son las que los conducirán al éxito personal, educativo o profesional.

El Coaching aplicado a la educación es un recurso que ayuda a desandar este camino guiándolos en su propia reflexión, acompañándolos en la construcción de aprendizajes de vida diferentes y mostrándoles otras alternativas positivas que antes no habían podido ver.

Profesora María Elena Ocaño de Herrero

Coach Internacional

Este contenido ha sido publicado originalmente en el Diario Norte.

http://www.diarionorte.com/article/113897/ayudando-a-resolver-el-dilema-de-que-carrera-elegir